Transformación digital: El futuro es de los artistas
"El arte es la libertad del genio."
(Adolf Loos, arquitecto)
Últimamente estoy leyendo mucho y asistiendo a eventos donde se habla del futuro y de los cambios que estamos viviendo, casi sin darnos cuenta. Estamos en un tiempo en el que internet está presente en casi todo y parece que la tendencia es que llegue absolutamente a todo (y a más aún, si fuese posible). Industrias enteras se transforman o desaparecen sin que nos demos cuenta, también aparecen industrias nuevas pero lo hacen de forma tan natural que nos dá la sensación de haber convivido con ellas desde siempre. Hoy los cambios son disruptivos y no secuenciales, el ritmo de los tiempos es exponencial y no lineal, nuestro mundo está pasando a ser totalmente digital.
Más allá de la discusión filosófica entre un mundo de cosas materiales, teóricamente más sólido y concreto, versus un mundo más virtual y conceptual, con sus implicaciones en vulnerabilidad, privacidad, uso ético de los datos, y un largo etcétera, que nos vamos encontrando a medida que avanzamos, lo cierto es que ésta revolución es imparable.
Todos, tarde o temprano, caemos en lo nuevo. Por las buenas o por las malas, ya sea porque nos entusiasme o porque nos obliguen. Nadie puede decir que no beberá de este agua o que podrá resistir eternamente.
Y, en este contexto tan cambiante, intentaba imaginarme cómo será el trabajo del futuro, qué carreras profesionales destacarán y, dado que el nuevo paradigma tiene un punto importante de trabajo creativo, pues la ley no escrita de este nuevo paradigma es que todo lo que sea burocrático lo terminará haciendo un algoritmo, cada vez estoy más convencido de que la respuesta la tienen quienes viven del talento y la creatividad, que son los artistas.
Me explico: en el mundo artístico no hay trabajos fijos para siempre y se trabaja por proyectos o temporadas y en función de las habilidades de cada uno, actores, músicos, pintores, escultores, malabaristas... Tampoco hay entrevistas de trabajo formales, sinocastings o exposiciones, y el trabajo anterior suele ir llevando a los artistas hacia el siguiente trabajo y obligándoles a superarse, renovándose y siendo cada vez mejores. Aprendiendo de los fracasos para conseguir los éxitos. Se habla de "comunidad artística" donde el networking va conectando a unos con otros. El arte genera cultura.
Creo que ese modelo se irá haciendo extensivo a todos los trabajos, aunque ahora mismo nos cueste imaginarlo, cada uno de nosotros tendremos que desarrollar mucho más nuestras habilidades y mantenernos actualizados en nuestra formación, gestionar nuestra marca personal y nuestra red de contactos. Trabajar con pasión en lo que se nos dé bien y aceptar que otros nos ayuden en lo que no se nos dá tan bien.
Podemos pensar que todo tiempo pasado fue mejor, pero las circunstancias son las que son y cuanto antes nos hagamos cargo de nuestro propio destino, veamos los cambios como oportunidades y nos abramos al aprendizaje y al descubrimiento, antes estaremos adaptados a un mundo que no tiene vuelta atrás.
En el fondo, creo que la principal ventaja de este nuevo modelo es que todos podamos orientar nuestras vidas hacia lo que de verdad nos gusta hacer, desarrollando nuestros talentos y siendo responsables de nuestra carrera profesional. Convirtiendo lo que nos apasiona en nuestra fuente de ingresos. ¿Cuánta gente hay frustrada en las oficinas de las grandes organizaciones porque lo que hacen no les llena, o porque el jefe es insoportable?, pero recibe un sueldo a final de mes y por eso cree que hay que aguantar.¿En que se diferencia eso con la esclavitud de este tiempo?.
Pero también hay que tener en cuenta que ser libres exige ser más responsables, no tener a nadie a quien culpar de lo que sale mal, sino ser dueños al 100% de nuestros resultados... con lo cómodo que es mostrarnos como víctimas de las circunstancias y echarle la culpa a quien sea!
Por otra parte, tenemos que asegurar que en todo este cambio que estamos viviendo, efectivamente, cuanto más digital sea nuestra sociedad, sea también más humana. Dando acceso a todos, permitiendo la participación y el desarrollo de todos. Lo más positivo de esta transformación tiene que estar en las personas, haciendo que todos sintamos que formamos parte de una comunidad, que no es virtual sino muy real, y que todos participemos de los éxitos colectivos. Puede parecer utópico pero ya hay experiencias en este sentido y son muy alentadoras. La tecnología acorta distancias y hace posible que la economía colaborativa sea una realidad, que personas que no están físicamente juntas trabajen en un mismo proyecto y compartan el éxito y la ilusión.
Actualmente las empresas valoran la diversidad en los equipos, y eso es una gran noticia para la sociedad porque rompe la barrera de lo desconocido, que es una gran generadora de prejuicios, y nos hace ver que aquello que parecía tan diferente no lo es tanto y, sin embargo, otros puntos de vista muy diferentes son compatibles con los nuestros, sacándonos del egoísmo de tener que defender que tenemos razón permanentemente y llevándonos a un entorno donde la humildad sea una necesidad.
Por supuesto que, al ser un proceso de cambio, tendremos que aprender nuevas formas de hacer muchas cosas y también desaprender viejas prácticas que ya no nos serán útiles. Lo importante es la actitud positiva frente al cambio, manteniendo la ilusión y viviéndolo como hacen los artistas cada vez que se están preparando para mostrar su obra al público.
(Artículo publicado originalmente en linkedin.com el 19-jul-2016)
